El gremio de los trabajadores rurales firmó un aumento salarial del %70
La Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) obtuvo un aumento del 55% a pagar en tres cuotas. Sumado añ 15% de emergencia que obtuvo el mes pasado, la suma alcanzó el 70%.
El incremento se dará en tres tramos a pagar un 30% en agosto, 12,5% en octubre y 12,5% en diciembre. La Resolución 96/2022 de la CNTA, había fijado el sueldo en $ 69.414 y un jornal de $ 3053.73, ambos sin S.A.C ni comida hasta el 31 de julio.
El acuerdo será aplicado de manera permanente bajo el régimen de Trabajo Agrario. José Voytenco, secretario general del gremio, indicó que «es un avance en el camino que hemos emprendido de recuperación del salario de nuestros trabajadores, considerado esenciales a la hora de producir los alimentos y divisas que el país necesita, pero que merecen el reconocimiento en sus ingresos a partir de la bonanza del sector».
Qué piden otros gremios
Los datos oficiales del INDEC, que se conocerán este jueves, marcan que podría trepar al 8% mensual. En esa línea, los reclamos de gremios para reabrir paritarias y agregar bonos o incrementar sumas fijas en los salarios son un reclamo recurrente. Tal es el caso del de la Federación Gráfica Bonaerense, que pidió una suma fija bono de $30.000.
Así lo remarcó el Secretario General de la Federación Gráfica Bonaerense, Héctor Amichetti. En declaraciones a la prensa, el dirigente expresó que el Gobierno debe articular los mecanismos necesarios para otorgar una suma fija a los trabajadores. En ese sentido, dijo que ese monto debería ser de «por lo menos 30.000 pesos».
La escalada inflacionaria también reabrió las puertas para las cláusulas gatillo en las paritarias. El primer caso de un gremio nacional en incorporarla fue la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc) en su negociación con el sector mutualista. El acuerdo contempló un aumento salarial para este año de 72%, por encima del promedio de la ronda de discusiones de 2022, pero más importante aún consagró un ajuste automático en caso de que la variación de la canasta básica se ubicara por encima de esos valores.
La herramienta llegó a utilizarse durante un pico inflacionario en el último gobierno de Cristina de Kirchner, pero las administraciones sucesivas habían bloqueado su aplicación por entender que representaba la indexación de una variable de la economía.
