Milei reivindicó la motosierra, anunció un superávit y atacó al Congreso.
En un breve mensaje, que fue grabado esta tarde en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno y en el que estuvo escoltado por el ministro de Economía Luis Caputo, el presidente del Banco Central Santiago Bausili y su vice Vladimir Werning, más el secretario de Finanzas Pablo Quirno, el jefe de Estado planteó que el ordenamiento fiscal es uno de las columnas que sostienen su programa económico.
“Entiendo que la situación que estamos viviendo es dura, ya hemos recorrido la mitad del camino. Esta vez el esfuerzo va a valer la pena”, comenzó el mandatario su discurso.
“En contra de los pronósticos de la mayoría de los dirigente políticos, los economistas profesionales, televisivos y petardistas tribuneros, quiero anunciar que el sector público nacional registró un superávit financiero de más de 275 mil millones de pesos. Es el 0,2% del PBI. Es el primero desde el año 2008. No es ni más ni menos que el único punto de partida para terminar con el infierno inflacionario. Es lisa llanamente una hazaña de nivel mundial”.
“Este milagro económico que ha sido lograr superávit financiero trimestral luego de casi 20 años, habiendo recibido la herencia que recibimos, responde a lo que suelen afirmar los que quieren el fracaso de este gobierno, en enorme medida a lo que durante la campaña llamamos motosierra, y no como dicen algunos a la licuación del gasto público, método que históricamente se ha utilizado en nuestro país”, sentenció.
Así, el Poder Ejecutivo habrá sobrecumplido la meta fijada con el Fondo Monetario Internacional mientras el Gobierno aún apunta a conseguir un acuerdo nuevo con el organismo. El equilibrio fiscal fue alcanzado por una combinación de recortes en partidas presupuestarias (obra pública, transferencias a provincias) o licuación de otras en comparación de la inflación (salarios público o jubilaciones). Un resultado fiscal positivo acumulado al término de marzo no se registraba desde 2009, según estimaciones privadas.
“Sabemos que queda mucho camino por andar si el estado gasta menos de lo que entra. Si el estado no gasta mas de lo que recauda y no recurre a la emisión, no hay inflación. Esto se rechaza en la Argentina por culpa de los políticos. Para nosotros la única tarea del Estado es proteger la vida, propiedad y la libertad de los argentinos”, manifestó el presidente.
“Este es un proceso de crecimiento caracterizado por tres etapas: combinación de sectores que se expanden por la corrección de precios: minería, gas y campo, y recomposición de salarios que empezaron a mejorar por la aja de la inflación. La baja capitalización de la economía por un populismo empecinado en destruir el capital, genera oportunidades de inversión de alto retorno. La retracción del fisco implica devolverle al sector privado 15 puntos del PBI para el crecimiento económico genuino. Para esto se necesita que el Congreso nos acompañe en las reformas estructurales, con la ley de Bases”, dijo.
“Nunca va a aumentar el gasto y la emisión. El déficit es un robo. No es solo una consigna de marketing para el Gobierno. Cada peso que sobre será devuelto a través de reducciones de impuesto. Hasta que la Argentina tenga un nivel de gasto público y presión impositiva acorde a un país que busca crecer”, sostuvo.
“No teníamos tiempo para un experimento gradualista, y avanzamos con un programa de estabilización de shock. Así lo alcanzamos en un mes de gobierno. Pese a la oposición del establishment económico y político, y quieren y pregonan por nuestro fracaso, nuestro plan está funcionando. Responde, a diferencia de lo que suelen a firmar los que quieren el fracaso del gobierno, a la motosierra y no a la licuación”, dijo.